11/05/2022
Los problemas para controlar la micción son frecuentes en la tercera edad, sobre todo, durante la noche. En este sentido, la incontinencia urinaria nocturna en ancianos es una afección común que puede llegar a repercutir en el bienestar y calidad de vida durante la vejez.
De hecho, son varias las posibles consecuencias para las personas mayores derivadas de la pérdida de orina mientras duermen, no solo para la salud física, también para la mental y la emocional.
Por este motivo, es importante conocer los tratamientos de la incontinencia urinaria nocturna para adultos de edad avanzada. Además, en este artículo te explicamos cuáles son las causas más frecuentes de este trastorno en la tercera edad, los tipos que existen y una serie de consejos para los ancianos que lo sufren.
Debido a que la incontinencia urinaria nocturna puede presentarse de diversas maneras, son varias las formas en las que este trastorno puede clasificarse. En primer lugar, es posible diferenciar dos tipos de pérdida de orina, según la temporalidad de la afección:
Otra forma de tipificar la incontinencia es por su gravedad, según lo cual puede ser leve, moderada o severa. De hecho, la severidad de este trastorno puede ir desde perder orina por toser o estornudar, hasta sufrir unas ganas repentinas de ir al baño que son imposibles de contener.
Asimismo, también se puede clasificar la incontinencia en función del motivo que desencadena la pérdida de orina. De esta forma, podemos diferenciar entre cuatro tipos: de esfuerzo, de urgencia, por rebosamiento y funcional.
La incontinencia urinaria de esfuerzo es cuando la pérdida de orina se produce tras presionar la vejiga, por ejemplo, al estornudar, reír, hacer ejercicio o algún otro esfuerzo físico.
Principalmente, este tipo de incontinencia se origina debido al debilitamiento de los músculos del piso pélvico, es decir, los tejidos que sostienen la uretra, y del esfínter urinario, el músculo que controla la liberación de la orina.
Respecto a la incontinencia urgente, se caracteriza por un escape brusco de orina tras experimentar una necesidad repentina e incontrolable de ir al baño. Generalmente, las personas que sufren este tipo de incontinencia tienen una vejiga hiperactiva, lo que implica que los músculos de la vejiga se contraen de forma involuntaria antes de que se llene del todo.
Al contraerse, el cuerpo recibe la advertencia de que necesita orinar de forma urgente, lo que dificulta llegar al baño a tiempo, sobre todo, durante la noche.
Cuando la vejiga no se llega a vaciar por completo, es frecuente experimentar un goteo de orina constante, lo que se conoce como incontinencia urinaria por rebosamiento. Esto puede ser consecuencia de una obstrucción uretral o debido a que el músculo vesical, encargado de apretar para vaciar la vejiga, no funciona correctamente.
En el caso de padecer una discapacidad física o mental que imposibilita llegar al baño a tiempo, esta pérdida de orina se conoce como incontinencia funcional. Por ejemplo, aquellas personas con problemas de movilidad que no pueden desplazarse con suficiente rapidez al baño.
Por último, también es posible sufrir una incontinencia urinaria mixta, cuando se padece más de un tipo de incontinencia urinaria al mismo tiempo.
Con el envejecimiento, es común sufrir una pérdida de fuerza en los músculos de la vejiga y la uretra, lo que disminuye la capacidad de controlar la retención de la orina. Además de la edad, existen otros factores de riesgo que aumentan las probabilidades de sufrir de incontinencia urinaria nocturna en la tercera edad, entre ellos:
También, las causas varían según el tipo de incontinencia, por ejemplo, es frecuente que las mujeres sufran de incontinencia de esfuerzo, debido al embarazo, el parto o la menopausia. En el caso de los hombres, la pérdida de orina involuntaria se debe más comúnmente a ciertos problemas de próstata, que pueden ocasionar incontinencia urgente o por rebosamiento.
Contar con un tratamiento adecuado para la pérdida involuntaria de orina es muy importante, ya que puede ayudar a disminuir su severidad y duración. De hecho, si no se trata, la incontinencia persistente puede tener numerosas consecuencias para la calidad de vida de las personas mayores, entre ellas:
No obstante, para tratar la incontinencia urinaria nocturna en ancianos, primero es necesario saber qué tipo es y su causa. De esta forma, una vez con el diagnóstico, el profesional sanitario o especialista médico puede mandar alguno de los siguientes tratamientos o una combinación de varios de ellos:
Aunque depende del tipo de incontinencia y su severidad, es posible que el profesional médico recomiende empezar con tratamientos no farmacológicos y que, si no se soluciona el problema, pase a los más invasivos. Por otra parte, en el caso de que la incontinencia urinaria sea un síntoma de una afección subyacente, el tratamiento se enfocará en acabar con esa patología.
A parte de los tratamientos de la incontinencia urinaria, también es recomendable seguir una serie de cambios en nuestro estilo de vida, sobre todo, si sufrimos una pérdida de orina leve o moderada. Mediante una serie de buenos hábitos, las personas mayores con incontinencia pueden disfrutar de una mayor calidad de vida y evitar el aislamiento social.
Para empezar, mantenerse activo físicamente en la tercera edad aporta numerosos beneficios para la salud física, mental y emocional. En el caso de la incontinencia urinaria, lo más recomendable es realizar tres series diarias de ejercicios de Kegel, por la mañana, tarde y noche, conocidos por ayudar a fortalecer los músculos que controlan el flujo de orina.
Para realizar este tipo de entrenamiento, es necesario fingir que se va a orinar y luego contenerse, lo que permite relajar y apretar los músculos del piso pélvico. Por ese motivo, al hacer los ejercicios, debemos asegurarnos de que la vejiga está completamente vacía y, además, debemos encontrarnos sentados o tumbados.
Estos son los pasos que debemos seguir para realizar los ejercicios de Kegel:
Al igual que la actividad física, una buena alimentación también es fundamental para combatir la incontinencia urinaria. Principalmente, es importante tener en cuenta lo siguiente:
A parte de los hábitos saludables anteriores, también es importante acudir al baño con frecuencia para reducir las pérdidas de orina y llevar un diario en el que registrar las veces que se va al baño, la cantidad de orina y la frecuencia de las pérdidas.
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