04/10/2021
A diferencia de las sensaciones de fatiga y cansancio, el síndrome de fatiga crónica (SFC) es una enfermedad y no un síntoma de alguna patología o un trastorno pasajero que desaparece al descansar.
Aunque se desconocen las causas de esta enfermedad, en este artículo te mostraremos aquellos factores que pueden desencadenar el cansancio, constante y persistente, que provoca este tipo de fatiga.
Además de qué es la fatiga crónica, aquí puedes ver cuáles son los síntomas de esta afección, sus diferentes estados, diagnóstico y tratamiento.
Para empezar, hay que aclarar que el síndrome de fatiga crónica (SFC) es un trastorno complejo que provoca una fatiga física y mental intensa, que se caracteriza por lo siguiente:
Asimismo, el síndrome de fatiga crónica puede presentarse sin necesidad de que haya habido un esfuerzo previo excesivo. En este sentido, se desconocen las causas concretas que pueden originar este trastorno, pero existen ciertos factores que pueden suponer un riesgo de padecer esta afección.
Es importante señalar que es frecuente confundir ciertos síntomas de que es fatiga crónica con otras afecciones, como la depresión o aquellas que también causan una falta de energía y de motivación.
Por este motivo, debemos saber diferenciar entre los diferentes estados de fatiga que, para empezar, podemos categorizar según su origen en:
También, existen diferentes tipos de fatiga según el tiempo de evolución de la afección:
En el caso del síndrome de fatiga crónica, la sensación de agotamiento o imposibilidad para realizar una actividad se presenta de una forma continuada o intermitente durante más de seis meses.
A lo largo de este tiempo, los pacientes sufren un deterioro físico y cognitivo, lo que puede conllevar un aislamiento social y un empeoramiento de su calidad de vida.
A pesar de que se desconoce una causa definitiva del síndrome de fatiga crónica, existen una serie de factores desencadenantes que se han relacionado con la aparición del síndrome de fatiga crónica en varios pacientes, entre ellos:
Aunque estos factores se han dado en personas que padecen el síndrome de fatiga crónica, los estudios sobre las causas son contradictorios y no muestran ningún resultado concluyente.
Concretamente, los estudios estiman que unas 100.000 personas sufren el síndrome de fatiga crónica en España, pero son muchos los casos que no se han diagnosticado, debido a que:
A pesar de que cualquier persona puede tener síndrome de fatiga crónica, hay ciertas características, demográficas, ambientales y conductuales, que están relacionadas con el riesgo a padecer este trastorno.
Como hemos mencionado, aún no se ha dado con la causa definitiva del síndrome de fatiga crónica, pero sí se ha descartado que el origen sea hereditario o contagioso.
Sin embargo, hay una serie de factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de sufrir esta afección, como son:
En este sentido, además de la falta de energía extrema, que empeora con la actividad física o mental y no mejora con el descanso, son varias las señales de que podemos padecer síndrome de fatiga crónica, entre ellas:
A parte de estos síntomas, otros pacientes han experimentado pérdida o ganancia de peso, alergias, lesiones en la piel, sudoración, entre otros. En este sentido, los síntomas del síndrome de fatiga crónica dependen de cada persona, al igual que su frecuencia y gravedad.
Generalmente, el diagnóstico de la fatiga crónica consiste en el descarte de otras enfermedades con la misma sintomatología, ya que no existen pruebas específicas para esta enfermedad. Para ello, suele ser suficiente con una detallada historia clínica, una exploración y unos análisis simples.
Además, es frecuente que las personas con síndrome de fatiga crónica también tengan otros problemas de salud al mismo tiempo, tales como trastornos del sueño, fibromialgia, depresión o ansiedad.
En concreto, deberían existir al menos los siguientes 3 síntomas para proceder al diagnóstico de la fatiga crónica:
Asimismo, estos síntomas tienen que durar al menos seis meses y su intensidad debe ser, una gran parte del tiempo, moderada o severa.
Actualmente, no se ha descubierto ninguna cura del síndrome de fatiga crónica, por lo que los tratamientos de esta afección están enfocados en mejorar los síntomas. En este sentido, algunos de los tratamientos que han demostrado mayor eficacia son:
Al igual, es importante seguir unos hábitos saludables de alimentación y de higiene del sueño, además de prevenir posibles complicaciones del síndrome, provocadas por un aislamiento, depresión o situaciones de mucho estrés.
Debido a la complejidad del síndrome de fatiga crónica, lo más recomendable es acudir al profesional médico ante cualquier duda relacionada con la salud.
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