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Es probable que hayas escuchado en algún momento de tu vida el término demencia frontotemporal. Este es un término general para un grupo de trastornos cerebrales que afectan principalmente los lóbulos frontal y temporal del cerebro.
En este artículo, te contamos mucho más acerca de la demencia frontotemporal: fases, síntomas y prevención, entre otros.
La demencia frontotemporal es una forma poco común de demencia similar al mal de Alzheimer, excepto que afecta únicamente ciertas áreas del cerebro.
Estas áreas del cerebro son los lóbulos frontal y temporal y se asocian generalmente con la personalidad, la conducta y el lenguaje.
La demencia frontotemporal es diferente a una demencia clásica por distintas circunstancias.
Una de ellas, es que ocurre una edad más temprana que otras demencias, entre 45 y 64 años.
Además, es progresiva, lo que significa que los síntomas empeoran con el tiempo. Con el tiempo, es posible que se necesiten un alto grado de cuidados, como atención las 24 horas del día que ofrece la teleasistencia de Atenzia. Este servicio garantiza tranquilidad y seguridad en el hogar las 24 horas del día, 365 días al año.
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En cuanto a las causas, aún no están seguras. Las personas con este tipo de demencia tienen cantidades o formas anómalas de proteínas llamadas tau y TDP-43 dentro de las células nerviosas o neuronas del cerebro. Debido a que la acumulación de estas proteínas causa daños, las neuronas mueren.
Además, las personas con antecedentes familiares de demencias frontotemporales tienen más probabilidad de tener una forma genética de la enfermedad.
Los síntomas de la demencia frontotemporal varían según cada persona y el orden en el que aparecen también puede ser diferente. Normalmente, los cambios en el lóbulo frontal del cerebro están relacionados con síntomas de la conducta y también pueden originar síntomas del movimiento. Por su parte, los cambios en el lóbulo temporal generalmente dan origen a trastornos del lenguaje y las emociones.
Los síntomas de la demencia frontotemporal y los trastornos relacionados pueden incluir:
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En función de los síntomas predominantes, se pueden hablar de tres clases de demencia frontotemporal.
En este tipo de demencia frontotemporal, se dan alteraciones en el comportamiento. Son típicos los cambios en la personalidad, conductas inapropiadas en público, impulsividad, apatía, pérdida de empatía, comportamientos repetitivos o compulsivos y cambios en la dieta.
Está caracterizada por alteraciones del lenguaje. Se caracterizan por problemas para expresarse, para leer o para escribir. La memoria, sin embargo, suele estar conservada.
El síntoma principal de la demencia frontotemporal progresiva no fluente es una dificultad progresiva para la producción verbal.
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Como ya hemos visto antes, existen múltiples síntomas de la demencia frontotemporal y, aunque dependen de cada persona, si se puede hablar de sintomatología común.
Los cambios en la personalidad y la conducta son algunos de los síntomas más visibles de este trastorno.
Algunas personas con demencia frontotemporal se vuelven tienen comportamientos cada vez más inadecuados.
También, el comportamiento se vuelve a veces impulsivo y compulsivo. Repiten la misma acción una y otra vez, caminan hacia el mismo lugar todos los días.
Por último, las personas con este tipo de demencia frontotemporal descuidan su higiene personal.
La mayoría de las personas con demencia frontotemporal tienen dificultad para encontrar las palabras y esta aumenta con el paso del tiempo. Además, hay que tener en cuenta que, en algunas personas, los problemas del lenguaje son el único síntoma durante 10 o más años. Otras veces aparecen más síntomas en pocos años.
En algunos casos, resulta difícil la articulación física del habla. Además, les suele resultar muy difícil prestar atención. Otros no entienden el lenguaje, pero hablan con fluidez, aunque lo que dicen no tenga sentido alguno, y algunos tienen dificultad para nombrar objetos y reconocer caras.
A medida que progresa la demencia, cada vez se habla menos o se repite lo que se dice o se escucha, y finalmente se deja de hablar.
Los subtipos más raros de demencia frontotemporal se caracterizan por problemas con el movimiento, similares a los de la enfermedad de Parkinson o con la esclerosis lateral amiotrófica.
Los problemas relacionados con el movimiento pueden incluir:
La demencia frontotemporal, al igual que muchas demencias, son enfermedades psicosociales, ya que no solo afecta al enfermo sino a su entorno, cuidadores y familiares.
El enfermo de demencia frontotemporal tiene que enfrentarse cada día a la pérdida de distintas capacidades que pueden afectar a su vida diaria desde comunicarse con su familia por problemas en el habla pasando por ir a hacer la compra al supermercado por dificultades en el movimiento.
Esta patología no afecta solo a quien la padece, sino a todo su entorno, entre los que se encuentran amigos y familia. El desarrollo de esta enfermedad y su evolución puede suponer un gran choque para ellos. Enfrentarse a una nueva forma de ser de la persona, a la falta de comunicación o al deterioro físico es una gran carga mental que puede llevar a la angustia y a un gran cansancio.
Por este motivo, es importante cuidar a la persona afectada, realizando actividades con ella y manteniéndola activa y querida por su alrededor, como el autocuidado para poder seguir siendo pilar fundamental y de apoyo.
Actualmente, no existe un tratamiento específico para la demencia frontotemporal. Por lo general, el tratamiento se centra en el control de los síntomas y en proporcionar ayuda al enfermo.
Sin embargo, si el comportamiento compulsivo supone un problema, se pueden utilizar fármacos antipsicóticos y la logopedia ayuda a tratar los problemas de lenguaje.
Además, la estimulación cognitiva es también una herramienta útil para combatir algunos de los déficits ocasionados por la enfermedad, mediante la potenciación de áreas y capacidades que permanezcan preservadas y que puedan servir de apoyo a aquellas que están más deterioradas.
En el desarrollo de la demencia frontotemporal, existen 5 fases:
En este tipo de demencia, los factores de riesgo se reducen a que alguien de tu familia haya tenido esta enfermedad, ya que, aunque no hay mucho conocimiento acerca de las causas de esta enfermedad, todo parece indicar a que es por una mutación genética.
Al tratarse de una enfermedad genética, evitarla es imposible. Sin embargo, tener buenos hábitos como una alimentación saludable, practicar ejercicio, entrenar la mente o evitar el alcohol y el tabaco, siempre ayudará a mantener un mejor estado físico y mental y enfrentar la enfermedad mejor.
Aún no se saben totalmente las causas subyacentes de la demencia frontotemporal. Sin embargo, en algunos casos, las mutaciones o los cambios en los genes pueden identificarse como la causa de esta enfermedad. Sin embargo, no se puede confirmar nada ya que no hay una causa clara.
El diagnóstico de la demencia frontotemporal es clínico, es decir, el médico hace el diagnóstico teniendo en cuenta la entrevista al paciente y la exploración neurológica. Además, se realizan pruebas complementarias que sirven para apoyar el diagnóstico y descartar otras enfermedades. Estas pruebas son:
Identificar esta patología cuanto antes es vital para poder controlar su evolución y hacer frente a las consecuencias futuras. Por ello, ante cualquier tipo de cambio en la conducta, problema de habla o motriz, es importante acudir a un especialista que pueda dar un diagnóstico.
Enfrentarse al diagnostico de una enfermedad como la demencia frontotemporal no es fácil, sobre todo teniendo en cuenta que esta patología afecta a gente joven.
Por ese motivo, es importante que el entorno del paciente esté pendiente de él y de sus necesidades, que le preste ayuda pero sin hacerle perder su autonomía y que tenga paciencia con los cambios que puedan producirse.
El cuidado de alguien con demencia frontotemporal puede ser muy estresante debido a los cambios de personalidad y a los problemas de comportamiento que a menudo se desarrollan.
Los cuidadores y sus colaboradores necesitan ayuda de familiares, amigos y grupos de apoyo. Además, es importante que cuiden su salud, hagan ejercicio, lleven una dieta saludable y controlen su estrés.
Es conveniente conocer los principales recursos disponibles para mejorar la calidad de vida, tanto de las personas con demencia frontotemporal como de sus familiares.
Algunos de estos recursos son:
La demencia frontotemporal es una de las enfermedades más duras a nivel psicológico por su complejidad y por sus características. Por este motivo, es necesario encontrar distintas herramientas para mejorar la vida de las personas que la sufren y su entorno, el cual está expuesto a una gran presión.
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