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Incontinencia urinaria en personas mayores

23/06/2021

Con el envejecimiento, las personas pueden desarrollar ciertas patologías propias de la tercera edad. Una de ellas es la incontinencia urinaria, un problema común entre los mayores que puede ser leve y no afectar a nuestra vida diaria, o un inconveniente para el que necesitamos acudir a un especialista.

En este artículo te contamos cuáles son las causas más frecuentes de incontinencia urinaria en personas mayores, los tipos que existen y cómo tratar esta afección, tanto si es leve, como moderada o grave.

Qué es la incontinencia urinaria

Aunque la incontinencia urinaria en personas mayores es algo frecuente, esta puede llegar a ser un problema en el día a día de quienes la sufren. En concreto, esta afección conlleva una incapacidad de controlar la micción, es decir, el proceso de eliminación de la orina.

Por este motivo, dependiendo del grado de pérdida de control de la vejiga, la incontinencia urinaria puede ser leve o suponer un impedimento para ciertas actividades de nuestra vida diaria.

Esto hace necesario saber cuáles son los posibles motivos detrás de esta afección y las señales de alarma que nos indican que debemos ir al médico.

Causas de la incontinencia urinaria

Hay que señalar que la incontinencia urinaria no se considera una enfermedad, sino más bien un síntoma causado por malos hábitos, problemas de salud o algunas enfermedades. Dependiendo del motivo que desencadena esta afección, se puede clasificar en los siguientes tipos:

  • Incontinencia urinaria por un esfuerzo: cuando al realizar una acción que aumenta la presión en la vejiga, como toser, practicar ejercicio, reír, etc., se produce una pérdida involuntaria de orina.
  • Incontinencia urinaria urgente: se caracteriza por un escape brusco de orina tras experimentar una necesidad repentina y muy fuerte de ir al baño.
  • Incontinencia urinaria por rebosamiento: cuando aguantamos sin miccionar mucho tiempo, al ir al baño podemos no vaciar la vejiga por completo. Esto puede provocarnos un goteo o escape continuo de orina, sin que nos demos cuenta, porque no sentimos necesidad de orinar.
  • Incontinencia urinaria funcional: cuando nos es imposible llegar al baño a tiempo porque sufrimos de algún deterioro físico o mental.
  • Incontinencia urinaria mixta: se da al sufrir al mismo tiempo dos o más tipos de incontinencia.

Para determinar con efectividad la causa detrás de la pérdida de control de nuestra vejiga, lo mejor es solicitar una evaluación médica.

Tipos de incontinencia urinaria

A parte del motivo que desencadena la incontinencia urinaria en personas mayores, los tipos que existen de esta afección se pueden clasificar en otras dos categorías: la persistencia y la severidad.

En primer lugar, según el tiempo que padecemos de la incapacidad de controlar la micción, la incontinencia urinaria puede ser:

  • Transitoria o aguda: cuando la incontinencia urinaria es temporal, generalmente, dura menos de cuatro semanas. Por ejemplo, podemos sufrir una incontinencia transitoria durante el embarazo o tras alguna cirugía.
  • Establecida o crónica: en este caso el trastorno es persistente, más de cuatro semanas, y suele aparecer debido a problemas físicos o patologías. En esos casos, hasta que las causas de fondo no se solucionan o son tratadas, la pérdida de orina ni desaparece ni disminuye.

Respecto al grado de severidad de la incontinencia urinaria, esta puede variar entre perder orina por una acción repentina, como toser o estornudar, hasta sufrir unas ganas repentinas de ir al baño tan fuertes que no se llega a tiempo. Según esta clasificación, la incontinencia puede ser leve, moderada o severa.

Cómo se valora si la incontinencia urinaria es leve, moderada o severa

Para saber qué grado de incontinencia urinaria estamos sufriendo, debemos valorar dos aspectos:

  • Frecuencia con la que sufrimos una pérdida de orina: esta puede ser desde una vez al mes, hasta algo que sucede todos los días o noches.
  • Volumen de orina que no hemos podido controlar: hablamos de una pérdida pequeña cuando se nos escapan unas gotas o muy poca orina, y de una pérdida elevada cuando el volumen es mayor.

Por ejemplo, si sufrimos una pérdida de orina menos de una vez al mes, aunque sean unas gotas o un volumen mayor, estamos hablando de una incontinencia leve.

En el caso de que la frecuencia sea de una o varias veces a la semana, pero la pérdida de orina sea de un volumen muy bajo, nos encontramos con una incontinencia moderada.

Por último, la incontinencia severa se da cuando sufrimos una incapacidad de controlar la micción varias veces a la semana o, incluso, todos los días, y la pérdida en estas situaciones es elevada.

Cuáles son los efectos de la incontinencia urinaria en las personas mayores

Si sufrimos de incontinencia urinaria persistente, es decir, crónica, es posible padecer de una serie de complicaciones, como trastornos en la piel (erupciones, infecciones de la piel y llagas) e infecciones de las vías urinarias, muy recurrentes.

Sin embargo, a parte de estos efectos físicos, la incontinencia en personas mayores también tiene consecuencias funcionales, psicosociales e incluso económicas. En este sentido, esta afección puede acarrear dificultades en la tercera edad, como:

  • Aislamiento social, depresión y ansiedad.
  • Pérdida de autoestima.
  • Declive físico, funcional y emocional.
  • Incremento del riesgo de caídas y fracturas, debido a la urgencia por llegar al baño.

Factores de riesgo para sufrir incontinencia urinaria

Aunque la incontinencia urinaria no está relacionada con el envejecimiento, existen una serie de factores de riesgo que aumentan la posibilidad de que una persona mayor sufra esta afección, como son:

  • Genética: los antecedentes familiares suponen un factor de riesgo de padecer, sobre todo, incontinencia urinaria de urgencia.
  • Sexo: generalmente, las mujeres son más propensas a sufrir incontinencia de esfuerzo, debido al embarazo, el parto o la menopausia. No obstante, los problemas de próstata también suponen un factor de riesgo, sobre todo, de incontinencia urgente y por rebosamiento.
  • Edad avanzada: cuando envejecemos, la capacidad de retener orina se puede ver reducida por la pérdida de fuerza en los músculos de la vejiga y la uretra, haciendo más posible un escape orina involuntario. No obstante, esto no es algo que sucede obligatoriamente en la vejez y hay cuidados personales y ejercicios que pueden realizarse para prevenir el debilitamiento de estos músculos.
  • Peso excesivo: si sufrimos de sobrepeso la presión sobre nuestra vejiga y otros músculos que participan en la micción es mayor, lo que provoca que se debiliten y aumenta la posibilidad de desarrollar incontinencia de esfuerzo.
  • Malos hábitos: entre ellos, el consumo de tabaco es el más perjudicial para el control de nuestra vejiga.
  • Otras enfermedades: por ejemplo, las enfermedades neurológicas, como el alzhéimer y la demencia.
Además de por enfermedades neurológicas, la diabetes también es un factor de riesgo común de la incontinencia urinaria en personas mayores.

Cuándo ir al médico

Debido a que la incontinencia urinaria en personas mayores repercute también su salud mental, en muchas ocasiones esto hace que les de vergüenza o les resulte incómodo acudir al médico. Sin embargo, existen casos en los que es importante consultar a un especialista para prevenir posibles complicaciones, como:

  • Pérdida de orina frecuente.
  • Escapes cuantiosos de orina.
  • Limitación al realizar actividades diarias e interacciones sociales, repercutiendo en nuestra calidad de vida.
  • Poca cantidad de orina al ir al baño, a pesar de tener ganas.
  • Sensación de tener la vejiga llena después de haber orinado.
  • Dolor o ardor al orinar.

Para el diagnostico de la incontinencia urinaria, el médico de familia o el especialista realizan una serie de comprobaciones, basadas en los siguientes aspectos:

  • Historial clínico, donde se muestran los antecedentes familiares, enfermedades previas o actuales del paciente, etc.
  • Exploración física y cuestionarios de síntomas.
  • Análisis de orina.
  • Diario miccional, un registro del número de micciones, escapes de orina y bebidas que se ingieren, generalmente, durante tres días.

Una vez que el médico ha valorado los síntomas y ha realizado una exploración física, si aún se desconoce la causa de la incontinencia urinaria, puede mandarnos una serie de pruebas diagnósticas, como una ecografía, un estudio urodinámico o una cistoscopia, entre otras.

Puede curarse la incontinencia urinaria en las personas mayores

A pesar de que hemos mencionado que la incontinencia urinaria en personas mayores es un trastorno frecuente, se trata de una afección ajena al proceso natural del envejecimiento. Esto significa que, en la mayoría de casos, la pérdida de control de la vejiga tiene solución.

De hecho, si sufrimos un grado elevado de incontinencia urinaria, un tratamiento adecuado puede ayudarnos a disminuir su severidad y duración. De esta forma, podremos prevenir que esta afección se convierta en un problema más grave y posibles accidentes, como las caídas al ir al baño.

Cómo se puede tratar la incontinencia urinaria

Una vez tenemos el diagnóstico del tipo de incontinencia urinaria y las causas detrás de este trastorno, lo siguiente es saber cuál es el mejor tratamiento para nuestra situación.

Concretamente, existen los siguientes tipos de tratamientos para la incontinencia urinaria:

  • Técnicas conductuales, el tipo de terapia menos intrusivo, donde el médico nos recomienda seguir una serie de cambios en nuestro estilo de vida, realizar ejercicios para mejorar la musculatura del suelo pélvico o mantener horarios programados para ir al baño, entre otras cosas.
  • Tratamiento con fármacos.
  • Cirugía u otras intervenciones, mínimamente invasivas.

A pesar de que depende del tipo de incontinencia, la gravedad y la causa de fondo, es posible que el médico recomiende en principio tratamientos conductuales y que pase a los más invasivos si estas técnicas no consiguen solucionar el problema.

Aun así, si la incontinencia urinaria es un síntoma de una enfermedad preexistente, el tratamiento estará enfocado en acabar con esta patología.