
Aunque la ansiedad puede sernos de ayuda en situaciones límite, sufrir un trastorno de ansiedad generalizada hace que la emoción cohabite en nuestro cuerpo mucho más tiempo, resultando agotador.
En este artículo, te detallamos cómo identificar los síntomas de ataque de ansiedad en ancianos, además de estrategias de apaciguamiento y autocuidados para personas que se vuelcan en cuidar a los demás.
La ansiedad, por norma general, es un sentimiento que entremezcla miedo, inquietud y temor. Si bien esta respuesta natural de nuestro cerebro puede ayudarnos a confrontar situaciones de forma temporal, para las personas que sufren trastornos de ansiedad este sentimiento se prolonga y puede ser agotador.
Se trata de uno de los trastornos mentales más prevalentes en la vejez, debido a que suele infradiagnosticarse porque se solapa con otros malestares que acaban invisibilizándolo. Es muy importante calmar la ansiedad en personas mayores, pues esta repercute de forma directa en su salud física, mental y emocional.
Existen una serie de condiciones que hacen que una persona mayor sea más propensa a padecer ansiedad. Las mujeres tienen el doble de riesgo a desarrollar un trastorno de ansiedad que los hombres. Estos factores también predisponen a un adulto mayor a sufrir este trastorno, como:
Es normal experimentar ansiedad si nos encontramos en una etapa complicada en nuestra vida. Para apaciguar el malestar, es vital saber que estos son los síntomas de ataque de ansiedad en ancianos:
Conoce todas las novedades de nuestro blog de Teleasistencia y recibe información de interés sobre alimentación, salud, ocio y cuidados.
No es sencillo distinguir entre depresión y ansiedad. Debido a que comparten algunos síntomas, los profesionales sanitarios suelen infradiagnosticar el trastorno. A su vez, nacen de una forma similar, para adaptarse lo mejor posible al entorno, pues de una misma situación una persona puede reaccionar desarrollando uno u otro desorden.
Las diferencias que encontramos entre ambas condiciones son:

Un adecuado cuidado personal puede ayudar a calmar la ansiedad en personas mayores, siendo un papel importante en el apoyo del tratamiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recopilado estos hábitos saludables que disminuyen el poder que este trastorno tiene en nuestro organismo:
Durante muchos años, ha estado muy extendida la tradición de no hablar de nuestros sentimientos, enterrándolos bajo una capa de profundo malestar e infelicidad. La depresión y la ansiedad eran ninguneadas y no lograban adquirir la importancia que, poco a poco, ya se le está dando, quitándose de encima ese estigma de debilidad. Pues hablar de tus problemas es sinónimo de todo lo contrario.
Un apoyo emocional y psicológico es fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas mayores. En edades avanzadas, a menudo podemos encontrarnos en situaciones de soledad no deseada, aislamiento y pérdida de seres queridos, detonantes que pueden activar los síntomas de ataque de ansiedad en ancianos. Para hacer un buen apoyo emocional, debemos hacer lo siguiente:
En Atenzia realizamos con frecuencia talleres para las personas usuarias del servicio de teleasistencia. Puedes consultar en tu municipio cuáles existen y valorar el que mejor se adapte a tus gustos y necesidades.
Las personas cuidadoras muchas veces anteponen el bienestar de la persona a la que cuidan al suyo, olvidándose de ellas mismas, lo que puede llevar a que también sufran trastornos como depresión y ansiedad. Asumir la responsabilidad de una persona dependiente conlleva un desgaste físico, mental y emocional que puede pasar desapercibido.
El síndrome del cuidador o burnout (en inglés, "estar quemado") es un trastorno al que le acompaña una sensación de cansancio excesivo, sentir que eres ineficaz a pesar de realizar adecuadamente tu cometido, impotencia emocional, actitud distante frente al trabajo y pérdida de la identidad o personalidad.
Es frecuente que los cuidadores no profesionales lo sean condicionados por su situación, por lo que debe reconocer cuándo necesita ayuda o incluso acudir al médico o recibir atención psicológica para afrontar mejor este escenario. A su vez, se recomienda practicar esta serie de autocuidados para personas cuidadoras:
Al darse una situación donde necesitamos calmar la ansiedad en personas mayores, es conveniente saber que hay muchas familias que también están atravesando por estas situaciones. Por ello, te dejamos una serie de recursos que pueden serte de ayuda:
Es posible que sea difícil distinguir entre depresión y ansiedad debido a que comparten ciertas similitudes, pero nunca debemos infravalorar por qué nos sentimos así. A través de escucha activa, apoyo y acompañamiento, nos será más sencillo calmar la ansiedad en personas mayores. Si tenemos que atravesar un episodio más complejo, es vital que reconozcamos todos y cada uno de los síntomas de ataque de ansiedad en ancianos para afrontarlo lo mejor posible.
Si eres una persona cuidadora, no olvides nunca que tu bienestar es también muy importante. No dudes en pedir ayuda siempre que lo necesites, tanto a tu entorno como a profesionales que pueden ayudarte.
Quizás te pueda interesar...
Publicado el 2023-06-22
Información sobre los cuidados en personas de tercera edad
¿Por qué los ancianos duermen con la boca abierta? Un estudio detallado
Quedarse dormido con la boca abierta es algo bastante frecuente entre las personas mayores. Descubre a qué se debe y así evitarlo.
Publicado el 2024-01-17
Información sobre los cuidados en personas de tercera edad
Agitación en personas con demencia: guía de actuación y fármacos
La agitación es una de las situaciones por las que atraviesan las personas que padecen algún tipo de demencia. En este artículo te contamos cómo lidiar con este síntoma.
(-)Publicado el 2025-11-11
Información sobre los cuidados en personas de tercera edad
Qué es la gerontología y cómo influye en el bienestar de las personas mayores
La gerontología es una disciplina que no entiende la vejez sin tener en cuenta todas sus dimensiones. Descubre en qué forma les beneficia y por qué es más importante que nunca.
(-)